Mentorías grupales vs 1 a 1: cuál te conviene lanzar primero

Manuel Salgado

10/25/20253 min read

Ambas modalidades pueden ser rentables, pero no en la misma etapa.

Este artículo te muestra, desde un enfoque estratégico, cuál deberías lanzar primero según tu nivel actual, tu audiencia y tus objetivos financieros.

El dilema del primer mentor

Si estás por lanzar tu primera mentoría, probablemente te has hecho esta pregunta:

¿debería empezar ofreciendo sesiones 1 a 1 o directamente un programa grupal?

A simple vista, las grupales suenan más atractivas: más alumnos, más ingresos, menos tiempo invertido.

Pero si no tienes una estructura validada, ese formato puede convertirse en un caos difícil de manejar.

Por otro lado, las mentorías 1:1 ofrecen conexión directa y alto valor percibido, pero no escalan fácilmente.

Entonces, ¿cuál conviene realmente?

La respuesta depende de tu etapa.

En este artículo te explico cómo usar ambas, en el orden correcto, para construir un negocio rentable y sostenible.

La mentoría 1 a 1 — el laboratorio perfecto

Si estás comenzando, el formato 1:1 es la decisión más inteligente.

No porque sea más fácil, sino porque te permite entender el verdadero ADN de tu método.

Cuando trabajas directamente con una persona, obtienes algo que ningún curso, anuncio o grupo puede darte: retroalimentación inmediata y profunda.

A través de esas sesiones descubrirás:

Qué frases conectan más.

Qué pasos generan resultados reales.

En qué puntos tus alumnos se traban.

Y qué partes de tu sistema debes eliminar o reforzar.

Además, el formato 1:1 te obliga a refinar tu comunicación y tu liderazgo.

Aprendes a escuchar, guiar y adaptar tu proceso en tiempo real.

Ventajas clave:

Alta personalización, resultados rápidos y claridad sobre lo que realmente funciona.

Tu primera versión no busca escalar, busca validar.

Y cuando ya tienes resultados tangibles, puedes pasar al siguiente nivel.

La mentoría grupal — el modelo escalable

Una vez que tienes tu sistema validado y al menos 2 o 3 casos de éxito, estás listo para escalar.

Y ahí entra la mentoría grupal.

El formato grupal te permite multiplicar ingresos sin multiplicar esfuerzo, siempre que ya tengas un proceso probado.

Aquí tu rol cambia:

Dejas de ser el mentor que reacciona y pasas a ser el líder que guía a muchos.

Tu trabajo no es resolver cada duda individual, sino construir una estructura clara y repetible que permita a todos avanzar.

Ventajas clave:

Más rentabilidad, más autoridad y más posicionamiento.

Además, creas una comunidad que se retroalimenta y genera motivación entre los alumnos.

El formato grupal es perfecto cuando ya dominas tu método, porque te permite escalar sin perder impacto.

Pero si intentas hacerlo demasiado pronto, puede volverse abrumador.

La secuencia ideal para crecer

Aquí está la hoja de ruta que sigue la mayoría de los mentores exitosos:

Etapa 1: Validación (1:1)

Lanza una mentoría personalizada.

Atiende de 3 a 5 personas.

Ajusta tu sistema hasta que consigas resultados repetibles.

Etapa 2: Escalamiento (Grupal)

Crea una estructura basada en lo que ya funcionó.

Define módulos, sesiones y ejercicios.

Lanza en formato grupal con cupos limitados.

Apaláncate en testimonios de tus primeros alumnos.

Etapa 3: Apalancamiento (Híbrido)

Combina sesiones grupales en vivo con soporte individual.

Crea comunidad entre los alumnos.

Automatiza tareas repetitivas (registro, materiales, pagos).

Esta secuencia te permite pasar de freelancer del conocimiento a mentor con un sistema sólido y rentable.

Errores comunes que frenan tu crecimiento

Saltar al formato grupal sin estructura.

Esto genera frustración tanto para ti como para tus alumnos. Si no tienes claridad, un grupo amplifica el caos.

Aferrarte demasiado al 1:1.

Si no te permites escalar, terminas atrapado en tu propio calendario. Valida rápido, estructura, y luego escala.

No medir resultados.

Sin métricas (ingresos, retención, satisfacción), no sabrás cuándo estás listo para crecer.

Tratar la mentoría grupal como un curso.

Una mentoría no es solo información, es transformación. Mantén interacción, feedback y comunidad.

La mentalidad correcta

Tu meta no es elegir entre 1:1 o grupal, sino dominar ambas.

Cada formato cumple una función estratégica:

El 1:1 te enseña a entender profundamente a tu cliente.

El grupal te enseña a construir sistemas y liderar comunidades.

Los grandes mentores usan las dos en distintas etapas del negocio.

Primero entienden. Luego escalan.

Conclusión: el orden construye negocios, no caos

Si estás empezando, la mejor decisión es simple:

Valida con 1:1. Escala con grupales. Libérate con sistemas.

Las mentorías 1:1 son tu campo de entrenamiento; las grupales, tu vehículo de expansión.

No te apresures a escalar antes de dominar el arte de transformar a una sola persona.

Porque si puedes cambiar la vida de una, podrás cambiar la de cien.

El orden no es un capricho: es estrategia.

Y la estrategia correcta convierte tu conocimiento en un negocio real.

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